Capítulo 530
Sin pensarlo, miré a Enzo y le hice la pregunta.

Este K nunca había aparecido antes. Por sus hombres, parecía no pertenecer a la misma facción que Julio.

Enzo frunció el ceño, a punto de responder, pero la sonrisa de K se volvió inquietante: —El célebre señor Jiménez, ¿quién no lo conoce? Si planeo actuar contra ti, debo conocer a quienes te rodean.

Los ojos amables de Enzo se tornaron fríos y amenazantes: —Suéltala.

—¿Suéltala?

K se limpió la comisura del labio, herido por el golpe, y volvió a su asiento, levantando una ceja hacia Enzo: —Señor Jiménez, ¿qué tal si hacemos un trato?

—¿Qué trato?

—Colaboremos. Tú me ayudas a deshacerme de la familia Hernández.

K me lanzó una mirada significativa: —Puedo llevar a esta señorita Lamberto a tu casa y hacer que desaparezca sin dejar rastro. Ni la familia Vargas ni la familia Romero podrán encontrarla. ¿Te parece?

—Por lo que sé, deberías haberla querido durante años, ¿no?

—Proteger en silencio solo hace que quien se conmueva sea uno mismo.

K
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App