—¿Cómo podría tener un hijo con ella?—José ni siquiera miró a Paula, su mirada fija en otro punto—.Ustedes creen todo lo que dice, pero no me creen a mí, que soy su familia, ¿verdad?
La familia Jurado no era ingenua; no se dejaba manipular fácilmente.
No confiaban completamente en Paula, pero solo porque eso implicaba que José y Olaia se separarían.
—Paula no sería tan cruel como para acusarte de algo así —dijo Víctor, tratando de calmar los ánimos.
Marlene asintió y añadió con tranquilidad: —Podemos confiar en ti, pero, ¿tienes alguna prueba de que este niño no es tuyo?
José, con tono indiferente, respondió: —Esperen a que se pueda hacer la prueba de ADN.
La familia Jurado se miró en silencio, comprendiendo entre ellos. Marlene, con un tono firme, continuó: —Podemos esperar, pero será mejor hacerlo cuando el embarazo esté más avanzado, alrededor de los cuatro o cinco meses. Mientras tanto, tendrás que asumir tu responsabilidad. Si luego resulta que el niño no es tuyo, no te obligaremo