Capítulo 154: Bien, perdí, pero...
Anthony ladeó la cabeza, con ese aire serio y maduro que a veces tenía.
—Donovan se encargará —dijo, con una certeza casi adulta—. Él siempre se encarga de todo. He visto cómo lo ven y lo tratan sus empleados, Rosi; él es alguien fuerte, es inteligente, da… un poco de miedo, pero contigo es bueno, contigo siempre parece alguien más suave, amable, dulce.
Rosalind sonrió con ternura, sintiendo el corazón encogerse otra vez.
—Sí… —admitió—. Él siempre se encarga… pero no quiero que lo haga tarde.
Soltó despacio los hombros de Anthony y rodeó la silla para ponerse otra vez frente a él, apoyó una rodilla en el suelo y quedó a la altura de sus ojos.
—Prométeme algo, Thony… —pidió ella, con un tono serio, aunque dulce.
—¿Qué cosa?
—Si pasa algo… si alguien te busca, si sientes miedo, si ves algo raro… lo que sea… —sus labios temblaron apenas—, le dices a Patrick, a Richard, al guardia que tengas más cerca, a quien sea, ¿está bien? No te quedes callado, no trates de ser fuerte tú so