Sophie lo observó desde su asiento.

Ese hombre, ese joven de ojos dorados, lucía tranquilo… pero ella sentía que algo en su mirada estaba… más oscuro. Más decidido.

Roland ajustó ligeramente su corbata.

Zas~

El silencio llenó la limusina un rato.

La ciudad seguía quedando atrás.

Los edificios se volvían más pequeños, reemplazados por autopistas, luces lejanas y el horizonte del aeropuerto acercándose.

Alphonse volvió a abrir los ojos.

Sus dedos jugaron con el cigarrillo consumido.

Lo apagó en el cenicero con un gesto brusco.

Tizz~

—Londres… —murmuró, mirando otra vez por la ventanilla—. Mi dulce hogar.

Sus labios se curvaron en una sonrisa lenta.

—Veamos qué clase de jaula han preparado para mí…

…………….

✧✧✧ Más tarde, esa noche, en Londres. ✧✧✧

El cielo estaba teñido de tonos suaves, rosas, morados y lilas que se iban apagando poco a poco.

La noche se asentaba con esa calma engañosa que escondía muchas historias.

En el balcón amplio de una mansión elegante, con vist