Reflejo.
A veces se preguntaba cómo hubiera sido su vida si las cosas hubieran sido diferentes. Si los sucesos del pasado hubieran sido otros… A veces la mente suele jugar sucio, trayendo recuerdos dolorosos, repasando una y otra vez aquellos momentos en los que fue feliz. Creyó en alguien cuyos intereses, al principio, fueron iguales a los de él y se enamoró. Pero aquella felicidad solo fue efímera y terminó con un corazón roto. Y si bien el paso de los años sirvió para curar las heridas y armar de nuevo su corazón, las cicatrices siguen estando visibles, como un recordatorio constante de que nunca volvería a sentir, a latir, con la misma intensidad, con la misma pasión.
A veces se detenía por más tiempo frente al espejo, buscando algo que ya no estaba en su reflejo, algo que, quizá, nunca regresaría. Ya no había vestigio alguno de aquel hombre de ojos llenos de vida, de sentimientos, de alegría. Aquel rostro ahora reflejaba el paso de los años, de las experiencias, del crecimiento, de la mad