Lucía no era como las muchas mujeres que había conocido y pasado por su vida, eso era seguro. Tampoco llamaba la atención por su belleza ni nada semejante… Sin embargo, lo que le faltaba a todas las mujeres que conoció, a Lucía le sobraba y eso era lo que realmente le gustaba.

Logan había aprendido muchas cosas y descubierto muchas otras en este mes que llevaba saliendo con Lucía. Si bien no eran pareja ni tenían una relación, Logan se fascinaba cada que descubre algo nuevo de Lucía, como por ejemplo, que a ella no le gustaba que él pagara siempre los almuerzos o cenas e insistía en pagar la mitad. Tampoco le gustaba que él le regalara joyas porque, según ella, eran demasiado costosas. Ni hablar sobre la ropa, porque cada que Logan la llevaba a tiendas de marcas, Lucía ponía mala cara, haciéndole saber que no estaba de acuerdo con vestirse con atuendos ostentosos. Por supuesto, Logan no lo hacía para hacerla sentir mal, simplemente quería darle lo mejor a ella, demostrarle que realmen