No me pregunten qué hora es, solo sé que tomamos tantos tragos que ya cualquier preocupación desapareció.
Me siento feliz alegre y me estoy divirtiendo como nunca, todavía no estoy en ese estado donde mañana no me acordaría, pero si estoy tranquilo.
— Vamos a bailar — me grita Susan que está súper alegre y suelta.
Me estira del brazo y nos vamos a la pista, bailamos lo que sea que pasen de música, el rose de su cuerpo mientras bailamos, hace me me olvide de todo, a nuestro lado están bailando Erik con Nea ellos si están demasiado borrachos, creo que Susan igual, debo ser el más cuerdo de todos.
— Amor, necesito que salgamos de acá — me susurra Susan tomándome del cuello y mordiéndome suavemente el hombro.
— ¡Vamos! — la agarro de la mano y nos alejamos.
Al subir al ascensor ella empieza a besarme y yo no me resisto, acaricio su cuerpo mientras nos besamos, lanza gemidos suaves ante cada toque, escuchamos el sonido del ascensor llegando a nuestro piso y me separo un poco.
La llevo