Tatum empujó la puerta de una habitación, la habitación donde se encontraba Leila.
Tatiana había drogado a Leila, según los deseos de Antonio, pero nunca la llevó a la habitación que Antonio quería.
Sabía que su hermano estaría pendiente de Leila durante toda la fiesta, esperando a que la drogara, así que no tuvo más remedio que usar una dosis mínima de la droga y alejar a Leila para que pareciera real.
Además de darle la droga a Antonio, añadió un hechizo que llenó la habitación y a Carmela, que en realidad era la mujer que estaba en la habitación de Antonio, con la esencia de Leila.
Sabía que, con su hermano drogado, su magia se vería atenuada y estaría demasiado desorientado para darse cuenta, pero también sabía que era un riesgo para su vida, uno que había asumido voluntariamente.
Tatum miró fijamente a Leila, tumbada en la cama. Ella se despertó con el ruido de sus pasos y se giró hacia él con los ojos entrecerrados.
Tatum apartó la mirada, con el corazón lleno de culpa y t