Veo cómo Adam le está dando una fuerte golpiza a Eliot.
-¡NO LA TOQUES! – grita Adam, pero Eliot rápidamente lo tumba de un golpe y este cae al suelo. Todos ven el espectáculo que ambos están dando y yo me quiero morir de la vergüenza. Escucho cómo grita Samanta pidiendo que los separen y yo, en medio de mi shock, no digo nada. Llegan unos guardias y los separan, llevándolos a la entrada del evento. Corro detrás de ellos y, cuando estoy afuera, empiezan a gritarse.
-¡¿Quién te crees para besarla?! – grita Adam.
-Tú no eres nadie para prohibirme si besarla o no – dice Eliot.
-¡Aléjate de ella! – dice Adam, tomándome de la chaqueta.
-¡No lo voy a hacer! Estoy interesado en ella y, si ella quiere, yo seguiré a su lado. – M****a, cuando Adam va a darle otro golpe, decido intervenir.
-¡Ya basta! – corro hacia él.
-¡Suéltalo, mira cómo lo tienes! – le digo a Adam, hecha furia.
-Él también me golpeó.
-Porque tú empezaste! – ayudo a Eliot a levantarse y le digo que vaya al carro que yo ya voy.