Cuando veo a Dante con su cara roja, siento que solo quiero salir corriendo de ahí, esconderme en algún lugar donde no me encuentre.
-Oye, Giordano, cálmate, solo estamos comiendo - dice Arturo, pero Dante lo toma de la chaqueta levantándolo de golpe.
-Escúchame bien, imbécil, te quiero bien lejos de ella, ¿me entendiste? - noto como una pequeña sonrisa sale del rostro de Arturo, cosa que me parece extraña.
-¿Por qué no? Ella no es nada tuyo, es solo su asistente. ¿Por qué no salir con ella? Mírala, es hermosa. - Sin que yo me lo espere, Dante le da un fuerte golpe en la cara haciéndolo caer al suelo.
-¡Oh, por Dios, Arturo! - Me agacho para ver si está bien y veo que le sale sangre de la boca. - ¡Dios mío, ¿qué le pasa?! - le grito a Dante, que trata de controlar su ira.
.Vámonos ya, Valerie.
-No, mira cómo lo dejaste. - Él no toma importancia a lo que digo y lo único que hace es tomarme del brazo con fuerza. - ¡Oye, suéltame!
-Imbécil, suéltala, la lastimas - grita Arturo, per