Acabamos de bajar del jet y ahora nos encontramos en Italia, ambos con el corazón destrozado, pero sé que Dante lo está mucho más. Primero pasaremos a casa para cambiarnos y luego iremos a la funeraria para velar a su madre como debe ser.
"- ¿Cariño, estás bien? - preguntó preocupada.
- No, Val, todo esto es culpa mía. Mataron a mi madre, no supe protegerla bien.
- ¿Qué dices, amor? No es tu culpa, hiciste todo lo que estuvo en tus manos. No te sientas así, cariño.
- Es que es imposible que no me sienta así.
- Lo sé, pero vamos a superar esto juntos. Ahora vamos a darnos una ducha y luego a la funeraria para despedirnos de tu madre."
Luego de media hora, ya los dos estábamos listos con nuestros trajes negros.
Salimos directo a la funeraria y cuando llegamos, vemos a Franco que se acerca a darle un abrazo a Dante.
- Hermano, lo siento mucho. Sé lo importante que era tu madre para ti.
- Gracias, Fran, por estar aquí.
- Hola, Fran, gracias por venir - este también me da un abraz