Odette

Despierto hasta la mañana siguiente, durante toda la noche tuve sueños bastante extraños, no como los que tuve antes, estos me presentaron a un lobo gris, casi del mismo tamaño que antes tenía Krom, solo que este se veía mal trecho.

Tenía una enorme cicatriz en el pecho, bastante visible considerando su espeso pelaje; lo que más llamó mi interés, fue la forma en la me veía, no puedo describirlo.

—Su nombre es Kalos —me indica Darina.

—Es el lobo de Dimitri ¿cierto? —pregunto sabiendo la respuesta.

—Así es, y nos quiere para él a como de lugar, anoche tuvo relaciones humillantes y dolorosas con dos pobres lobas que se parecen a ti —su voz destila rabia —ni siquiera las dejó transformarse, las tomó a la fuerza en su forma humana, es un monstruo sin sentimientos; casi las mata la maldita bestia.

—¿Y Dimitri? ¿Dónde demonios estaba? —ambas estamos llenas de coraje.

—El muy desalmado le permitió hacerse del control absoluto —muerde cada palabra —nones más que un cobarde detrás de es