STAVROS

—Lina—le grito a la chica del servicio—Lina donde estas.

—Stavros que pasa—aparece Artemisa con mi bebe en brazos saliendo de la cocina.

—Dámelo.

Me lo entrega mirándome fijamente.

—Stavros que sucede.

Aparece la empleada.

—Empaca en una maleta todo lo relacionado con mi hijo—Artemisa abre los ojos—pero ya..

—Si señor.

Pasa por mi lado tomando las escaleras que sube corriendo.

—¿Te vas?—subo también con mi hijo—Stavros.

—Es lo que hago.

—¿Por qué?

Tomo el pasillo abriendo la puerta de mi habitación y buscando una maleta sin soltar a mi hijo.

—Háblame, dejaras a mi hermana sola—continua—tú también vas a dejarme sola.

La miro cuando saco algunas prendas que dejo en la maleta.

—Tienen una seguridad mas grande que la del presidente—le digo—pero no puedo vivir más aquí.

—¿Por qué?

Se le salen las lagrimas y comprendo su miedo y ese temor es el que quiero evitarle a su hermana, pero terca va a meterse a la boca del lobo.

—Ya está Artemisa—cierro la maleta—Le diré a Gulio que no vaya