Estoy dándome una ducha rápida, ya que hoy volvemos a Londres. La verdad, estoy muy contenta y agradecida porque, por fin, todo terminó y ahora sí podré regresar a mi antigua vida, solo que con algunos cambios. Me coloco la ropa y salgo de la habitación.
— Hermosa como siempre —le doy un beso apasionado a James y él me sonríe - Qué cariñosa estamos hoy.
— Lo sé, solo estoy feliz de que por fin todo se haya acabado.
— Sí, amor, hoy regresamos a Londres para empezar una nueva vida juntos. Por eso, te tengo una sorpresa, pero te la daré cuando estemos en Londres —hago un puchero y él se ríe.
— Amor, quería preguntarte por la chica... ¿cómo se llama? Ah, sí, Mia —cuando James menciona a Mia, mi cuerpo se tensa y pienso en qué habrá pasado después de lo de ayer.
— Paolo le pegó —él se coloca tenso.
— Es un maldito, pobre chica.
— Y no es solo eso, Paolo la compró. No sabes lo mal que me sentí por no poder ayudarla —él me abraza al verme algo triste.
— Amor, por más que yo también quisiera,