Me levanto al sentir unos besos húmedos por toda mi espalda desnuda. Abro mis ojos y sonrío al ver al hombre de mi vida sonriéndome.
- Buenos días, preciosa. - Me besa los labios y yo le correspondo gustosa.
- Buen día, mi amor.
- Te traje el desayuno. - Me muestra una bandeja llena de comida, lo que hace que se me haga agua la boca.
- Te he dicho que eres el mejor novio de todos.
- Mmm, no lo sé. - Habla en tono divertido.
- Pues lo eres, por eso te amo. - Desayunamos con tranquilidad y después nos bañamos. Fue un baño bastante largo. Me coloco una ropa y me miro al espejo, sonriendo por el resultado.
Mi teléfono suena y veo que es Paolo.
- Hola, Paolo.
- Hola, bella Rose, ¿cómo estás?
- Bien, ¿y tú? - En eso entra James.
- Bien, Paolo. ¿A qué debo tu llamada? - James frunce el ceño.
- Quería invitarte a un evento de beneficencia que haré esta noche. Si quieres, puedes ir con el imbécil de James. - Ruedo los ojos cuando dice así.
- No le digas imbécil, y claro que iré.
- Perfecto, aqu