La tensión en la sala era palpable. Valeria se acercó un poco más, su mirada fija en mí.
_“Sabes, Clara, a veces la curiosidad puede ser peligrosa. Y hay personas que no dudarían en deshacerse de quien les estorbe,”_ dijo, su voz suave pero cargada de amenaza.
Sentí que el sudor comenzaba a recorrer mi frente. Sin embargo, no podía dejar que el miedo me dominara.
_“Solo quiero entender tu visión, Valeria. ¿Cuál es realmente el objetivo de este proyecto?”_ pregunté, intentando mantener la calma.
Ella se detuvo un momento, como si sopechara mi pregunta.
_“Este proyecto no es solo sobre ayudar a la comunidad. Es un medio para obtener poder y controlar lo que sucede aquí,”_ respondió, su voz ahora más baja, casi conspirativa.
Mientras hablaba, podía sentir que mi teléfono seguía grabando. Sabía que esas palabras podían ser la clave para desenmascararla.
Pero en ese momento, la puerta se abrió de golpe, y entró el policía, acompañado de varios oficiales más.
_“¡Valeria, queda arrestada!”_