_ Recuerda, mantén la calma y actúa natural. No podemos levantar sospechas,”_ le recordé, sintiendo que estábamos al borde de algo peligroso.
Al llegar al lugar de la reunión, el ambiente era opulento. Valeria estaba rodeada de personas influyentes, y la tensión en el aire era palpable.
_“Vamos a acercarnos y hacer contacto,”_ le susurré a mi madre y a Laura mientras nos movíamos entre la multitud.
Cuando finalmente logramos acercarnos a Valeria, ella nos miró con una sonrisa que no alcanzaba sus ojos.
_“¿Qué tal, chicas? Me alegra ver caras nuevas interesadas en el proyecto,”_ dijo, su tono amigable pero con un aire de desconfianza.
_“Estamos aquí para ayudar. Queremos contribuir a la causa,”_ respondí, tratando de parecer lo más convincente posible.
Valeria nos llevó a una mesa donde se discutían alianzas. Mientras hablaban, saqué mi teléfono y comencé a grabar discretamente. La conversación giraba en torno a proyectos oscuros y conexiones con grupos que parecían peligrosos.
De repe