Scarlett Morgan
Connecticut
Connecticut no era malo. Una ciudad bastante movida por el día pero por la noche era tranquila. Estaba a cuarenta y tres horas de distancia de mi familia. Prácticamente al otro lado del estado.
Me sentía tranquila, me gustaba llevar una vida normal, sin sangre y obligaciones estúpidas de por medio. A pesar de lo mucho que extrañaba a mi familia estaba feliz de vivir una vida tranquila.
Los primeros días fueron horribles, lloraba al sentirme sola y que no volviera a ver a mi familia. Estaba muerta en Los Ángeles y usaban identidades falsas para poder sobrevivir en estas calles.
Tenía protección, una muy buena que se encargaba de mi seguridad en todo momento. Papá siempre estaba pendiente de que estuviera cómoda y viviera una buena vida fuera de la Mafia.
Hace dos meses vi a mi padre cuando tuvo que trasladarme de inmediato a Connecticut luego de que varios socios de mi padre estuviera cerca de los lugares donde yo usualmente pasaba.
Emilia se había casado fi