Kamila Stuart
Mayo 2018
—Papi, ¿Podríamos ir a tomar helado?—pregunta Emilia luego de salir del hospital
Veníamos de su quimioterapia y todo estaba perfectamente bien en ella ahora mismo. Cada vez quedaban menos células cancerosas en su cuerpo.
—Podríamos ir—dice Mattheo
Caminamos al auto de Mattheo. Mi barriga de hacia presente bajo la tela del vestido ajustado que traía puesto.
—Mami, ¿podemos ir?—pregunta Emilia
—Claro. Si papi no tiene que trabajar podemos ir—respondo
—¿Papi, tienes que trabajar?—Emilia jala la puerta del auto
—No, tengo libre por ahora—responde Mattheo
—¿Vamos por un helado?—le propongo
—Vamos por un helado—me confirma
Emilia sonríe encantada y se sube al auto, le aseguro el cinturón de seguridad y me pongo en el asiento del copiloto. Mattheo sale del aparcamiento del hospital y conduce a una heladería. Su mano reposa en mi muslo mientras mantenía la vista en frente.
Al llegar a la heladería nos fuimos a pedir helados. Emilia de costumbre eligió una de chocolate