- ¿Crees que la señora Caliope acepte nuestra oferta?.- Aura preguntó con un suspiro, mientras cubría un bostezo con su mano.
Eran las once de la noche y toda la mansión se encontraba en plena calma.
Acababan de regresar de su exhaustiva investigación nocturna y habían decidido darse un largo paseo por el jardín.
La luna estaba en su punto más alto, rodeada de miles de estrellas que engalanaban su esplendor.
- No lo sé. Yo realmente espero que sí.- Dafne respondió con un suspiro, a sabiendas que su madre era totalmente impredecible.
- Lamento haberlos arrastrado a esto. Sí yo nunca me hubiese involucrado en vuestras vidas, nada de esto estaría pasando.
- ¡Hey!, ¡No digas eso Aura!, Al contrario.- Dafne se detuvo y tomó a Aura de los hombros, girandola para que pudiera verla a los ojos.- Si no hubiese sido gracias a tu llegada, nunca hubiésemos descubierto la verdad.
- La verdad la hubieran sabido conmigo o sin mí.
- Claro que no Aura. Sí llegaste a nosotros fue por algo, de eso no ten