Sin saber que decir, Jared volvió a dirigir su mirada hacia Amara, quien, ajena a la confesión de Iva, andaba alegremente en dirección a la casa principal.
–Ha dicho… ¿Rey licántropo? –preguntó el joven –Luna… ¿Acaso nuestro alfa es…? –
–El legítimo heredero al título de rey…–dijo Iva quedamente para no llamar la atención de Amara, quien se había detenido en su camino para olfatear un pequeño rosal
Al escuchar sus palabras, Jared abrió los ojos con sorpresa.
–Siendo así…–masculló –Muchas cosas tienen sentido ahora…–
–Jared, como supongo que imaginas, esta información no debe ser divulgada bajo ningún concepto, si he decidido compartirla contigo, es porque puedo ver que, entre mi hija y tú, está naciendo un fuerte vínculo de amistad, por lo que…–
–No diga más mi Luna –se apresuró a decir Jared –No diré nada, además, permítame reiterar mis palabras –dijo al tiempo que le dedicaba una profunda reverencia –Protegeré a Anna y al alfa con mi vida si es necesario, Loto de Luna fue bende