Capítulo extra: Su primer zafiro.
Tras haberse despedido de Alastor y los demás, Anna y Dante volvieron a la fiesta, la cual, estaba en su punto más álgido.
La mayoría de los jóvenes bailaban y cantaban en la pista, los mayores, bebían y charlaban animadamente en sus mesas o desperdigados por el lugar.
Que la fiesta tuviera tal ambiente, al principio molestó a Anna.
¿Acaso nadie había notado la ausencia de su padre?
¿Acaso nadie había notado que Ella estaba sola?
¿Acaso nadie había notado lo desanimada que estaba Chloe?
¿Por qué nadie se preguntaba dónde estaba Tasso? ¡A esas alturas el hombre ya debería estar alabando lo buena que estuvo la comida!
¿Por qué todos estaban haciendo oídos sordos del llanto de la pequeña Rosella? ¿Acaso no les importaba?
Respuesta corta, les importaba.
Conforme Anna avanzaba por el pequeño claro, pudo escuchar a algunos cachorros preguntarles a sus padres por él alfa, a lo que ellos respondían: “Él volverá pronto, divirtámonos por él” O “Ha iniciado su viaje, ya verás que no tardará en vo