Capítulo 23: Gracias por protegernos.
Pese a que la presencia del primer alfa era virtual, el respeto que imponía aquel hombre se palpaba perfectamente, pues todos los presentes, se pusieron de pie y realizaron una pequeña reverencia.
―Buenas noches, padre ―dijo Basil tras enderezarse
―Abuelo ―dijo Dante imitando a Basil
―Ah, tú debes ser mi nuera ―dijo Elián tras dedicarle una pequeña cabeceada a ambos ―Catherine Benedetti ―agregó cuando la mujer se acercó a Basil y lo sujetó del brazo evidentemente nerviosa
―Es un honor señor ―
―El honor es mío Catherine ―dijo Elián sonriendo ―Permíteme decirte que has criado a dos maravillosos muchachos, lo cual, me ha hecho desear el poder conocerte personalmente, al igual que a mi nieta ―dijo con algo de melancolía
―Esa… ¿Esa es la voz de mi abuelo? ―preguntó Elizabeth tendiéndole una bandeja con bebidas a Gino para poder acercarse a su madre
―Bueno, no será en persona, pero aquí la tienes papá ―dijo Basil acercando a Elizabeth
―Elizabeth, cachorra, que bueno es verte por fin ―dijo E