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Desde pequeño Liam había sido un chico frágil, se enfermaba con mucha facilidad y a su piel parecía afectarle casi cualquier cosa, si a eso le sumamos que era el hijo único de una pareja millonaria, se puede decir que creció mimado, sobreprotegido y controlado al extremo.

Durante sus primeros catorce años, el estilo de vida que sus padres habían impuesto para él había estado bien, Liam lo había aceptado sin miramientos, ya que no conocía nada más, pero aun recuerda como si fuera ayer el día en que esa percepción cambio drásticamente y ya nunca volvió a ser el mismo, ese día en que una sonrisa tan brillante como la luz del sol, quemo el velo que empañaba sus ojos, una sonrisa y un libro ambas provenientes de la misma persona habían cambiado su vida

Después de haber leído aquel viejo libro, solo fue ver la primera hoja en la que se leía una dedicatoria escrita a mano que decía: “para nuestro hijo amado: crece rico de espíritu, pero sencillo de corazón, se libre y lucha por tus sueños”, y seguido de eso la historia de un principito que se sentía solo y al verse traicionado por la flor que mas amaba, decidió abandonar su planeta e ir en busca de nuevas aventuras, desde ese momento juró que nadie mas lo ataría o lo sometería (a menos que fuera para darle el placer sexual), fue allí cuando empezó a planear y a construir el escape de esa jaula de oro en la que sus padres lo habían colocado, en silencio, por años, estudio y se instruyó en todo lo que tenía que ver con su enfermedad y como vivir una vida casi normal con ella, y también a espalda de sus padres se puso en contacto con los abogados de la familia para saber de cuanto fue la herencia que le dejo su abuelo quien también la padecía, la cual resulto una jodida fortuna, pero que solo podía tocar cuando cumpliera la mayoría de edad, estaba bien había esperado catorce años, que tanto eran cuatro mas

por eso en cuanto se entero que su padre quería que el tomara los negocios de la familia y además estaba haciendo unos absurdos planes de boda con el hijo único de los King, fue el momento de revelarse, desplegar sus alas y volar a la libertad, y nadie lo detendría, fue cuando salió a estudiar moda y juro que nunca terminaría con un hombre como Jaison King, el chico no tenia nada malo, de hecho estaba muy bueno y era un buen partido, pero eran demasiado parecidos, hijos únicos de familias poderosas, sometidos a los deseos y pretensiones de sus padres, muñecos bonitos que creían poder manejar a su antojo, principitos solitarios y rebeldes.

Gracias, pero no, no sería más como el principito de aquella historia, quien estaba tan embelesado por la hermosura de una rosa a la creía única, pero la verdad es que había muchas igual a ella, y que además era vanidosa, mentirosa y manipuladora. Prefería ser como la rosa, rodearse de espinas que lo protegieran, y mostrar su naturaleza frágil solo cuando y con quien el quisiera.  

A sus veintinueve años había logrado todo lo que se había propuesto, era dueño de la famosa y millonaria línea de ropa Sunset, la había llamado así porque amaba las puestas de sol, ya que con su fotosensibilidad, era el único momento del día en que podía exponerse a los rayos del sol, también era super modelo, y llevaba una vida normal, dentro de lo que cabía, solo que tenía extremados cuidados con su piel, tomaba sus medicamentos puntualmente, se vestía con ropa cubierta y nunca se exponía directamente al sol

¿el amor? Nunca se enamoraba. había encontrado en el BDSM, ese placer sexual que disfrutaba, le gustaba someterse y dejar en manifiesto su sensibilidad, ponerse en manos de alguien que cuidara de él, pero solo hasta cierto punto, lo cierto era que el siempre controlaba todo, se sometía porque quería, cuando quería y con quien quería. él tenía el poder. había estado con muchos Doms, pero no había encontrado uno que lo desarmara de verdad, que desnudara mas que su cuerpo, que doblegara su espíritu reacio y lograra traspasar las espinas, aunque saliera un poco lastimado. estaba por pensar, que ese Dom no existía, y tal vez era lo mejor, así el solo daría hasta donde quería, simplemente les hacía creer que tenían el control y así no saldría herido, entregarse completamente a las manos de alguien, con un cuerpo tan delicado y sensible como el suyo, no era nada fácil, había cuidado y hecho demasiado por si mismo, para que viniera otro que no lo apreciara y lo rompiera.

Era media noche y el apenas entraba a uno de los clubes de la comunidad BDSM que frecuentaba, ¿tarde? Talvez para ti, pero Liam nunca llegaba temprano a un lugar, le gustaba hacer entradas triunfales, además debido a su enfermedad, era una persona nocturna, así que, para él, estaba apenas a tiempo. Liam compensaba su uno sesenta de estatura con elegancia y buena postura así que era fácil para el ser el centro de atención

Liam era un sub disponible, pero no llevaba un brazalete, era la única regla que no cumplía y tenia el aval del dueño del club que era un Dom amigo suyo con el que había compartido algunos juegos

Como amante de la oscuridad le gustaba usar las Dark Room, pero siempre era el quien entraba primero a la habitación, en este caso le gustaba esperar por un Dom con las características que el decidía, nunca había entrado a una que ya estuviera ocupada, hasta esa noche

Caminaba por el pasillo de la zona Dark Room, buscando una habitación vacía, mientras caminaba iba leyendo los carteles de las puertas

“Dom busca: sumiso/Twink1/CIS2

“Domina busca: sumisx/Brat3

“Little boy busca: Daddy Dom/bondage4/masoquismo”

Y así muchos más, pero hubo un letrero que llamo su atención, no indicaba características específicas que estuviera buscando, tampoco le daba una idea de quien estaba esperando dentro, solo tenía una frase, la cual reconocía de sobra de aquel libro

“No se ve bien sino es con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”.

Se quedo frente aquella puerta repasando la frase una y otra vez, ¿porque alguien escribiría aquí algo como eso? Miro la manija y el cartelito que colgaba de ella y estaba del lado verde, indicándole que la persona que estaba dentro aún esperaba compañía; miro hacia la puerta justo en frente y tenía su tablero en blanco lo que indicaba que estaba vacía, desde allí todo empezó a ser muy raro, ¿en cuál debería entrar?, ¿porque estaba siquiera cuestionándose eso?, nunca le gustaron las sorpresas, ¿que debía esperar? No sabia nada de la persona que estaba dentro, solo que al parecer también le gustaba ese libro, y si… no, no era posible, no podía ser “su ángel de libro”, no creía en el jodido destino, prefería pensar que tu construías tus propias posibilidades y aventuras, y ahora estaba aquí, solo él decidía si aventurarse dentro o ir a lo seguro, pero… ¿dónde estaba lo divertido si no era en estar abierto a nuevas aventuras?

Además, si dejaba pasar esto no podría dormir pensando ¿qué hubiese pasado si hubiese entrado? ¿que buscaba y que ofrecía la persona dentro?

Siguiendo esa línea de pensamiento tomo el pequeño cartel verde en la manija y la volteo al lado rojo, luego giro lentamente la manija rogando que hubiese un Dom adentro, entró y coloco el seguro, listo estaba hecho

***

1 Twink es un término del argot

gay inglés que describe a hombres

homosexuales de aspecto joven y delicado

2 CIS (Complete and Irrevocable Submission) Sumisión Completa e Irrevocable

3 Brat  son sumisos que actúan de una manera desafiante, son traviesos y les gusta portarse mal. Son presumidos ante su dominante en un espacio donde el dominante no puede actuar, para luego ser castigados en la cama

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