Aunque quiero que Reymond se marche, no lo hace, sobre todo, porque el doctor ha llegado para revisar como está mi salud y eso es algo que según él no puede perderse. Por eso, mientras me revisan, él responde los mensajes que llegan a su teléfono constantemente.
— Si necesitas irte, puedes hacerlo. Como no voy a ir al trabajo, me quedaré todo el día aquí. Así que, no necesitas venir a rescatarme ni mucho menos usaré mi magia. — digo y él niega.— Puedo trabajar desde aquí, no te preocupes por mí. — dice Reymond y yo suspiró profundo.— Señora Perasi— No soy una Perasi, llámeme Elise. — le pido al doctor.— Llámala como desea, dentro de poco lo que no es será. — dice Reymond y yo lo observo mal.— Aun puedo retractarme respecto a la boda.— ¿Sabes que e