Terminamos de ducharnos sin ninguna clase de toque pervertido, él me ayuda a vestirme porque incluso levantar mis brazos duele y aunque tengo muchas cosas que discutir con él, dejo eso a un lado, porque sé que sola no podría vestirme.
Cuando ya ha terminado de vestirme, él aúlla llamando a Carolina y se encierra en el baño donde se viste, mientras Carolina me ayuda a peinarme y verme decente, porque la falta de sueño me ha dejado con muchas ojeras.
Reymond sale del baño perfectamente vestido, aunque su ropa es informal y toma mi mano para ayudarme a levantar de la silla donde me gustaría estar siempre, porque me da masajes relajantes.
— Vamos a desayunar primero. — dice Reymond sacándome de la habitación.
— Tengo una pregunta, ¿Cómo llegaste hasta mi habitación si yo te dejé dormido? — pregunto confundida.
— Después de eso, fui un desastre por dos horas más hasta que vomité todo el licor que me intoxicó. Después de eso me limpié completamente y salí de la habitación siguiendo tu olor