Me parece sorprendente que alguien pueda cambiar tanto. Se supone que lo único que no cambia es el alma y que es esta quien hace que tengamos pensamientos similares aunque reencarnemos varias veces.
Lo he visto cuando era una diosa y por eso, uno suspiraba profundo, porque los humanos cometían el mismo error en cada vida en la que reencarnaban. Por eso, me sorprende tanto que Reymond sea tan diferente a como era en su vida pasada.‘¿Acaso fue programado para que se comportará así? Quizás este sea mi castigo real.’ Me digo mentalmente.— ¿Estás bien con esto? — pregunto incrédula. — Yo lo estoy. — dice él rompiendo mi ropa para inhalar el olor de mi cuerpo.— ¡Pues yo no lo estoy! — exclamo molesta, con muchas ganas de apartarlo de mi cuerpo, pero, como antes… como siempre, no responde a mis ordenes cuando Reymond está