Capítulo XLI
Clarissa
Durante estas semanas aquí, me he sentido mejor. He estado tomando el tratamiento para recuperarme de la anemia y de otros problemas que surgieron por lo que me administraban durante mi encierro. Poco a poco, he ido ganando confianza para platicar con Rafael y la señora Clara, aunque todavía no me animo a contarles lo que mi madre me hacía ni los motivos detrás de su comportamiento.
El doctor Luis ha sido muy paciente conmigo, y hoy vendrá a revisarme de nuevo.
Me siento un poco más fuerte. Puedo moverme por la casa sin sentir que cada paso me drena la energía, y hasta puedo ayudar un poco en la cocina cuando me lo piden. Todavía me tiemblan las manos a veces, y el miedo no desaparece del todo, pero ya no me paraliza como antes.
Rafael y la señora Clara siguen mostrándome paciencia y cuidado. Me gusta que no me presionen, que respeten mis tiempos. A veces los observo en silencio y siento una mezcla de gratitud y sorpresa: nunca pensé que alguien pudiera preocupars