Lucrecia estaba junto a Verónica y Julianne cuando se dio cuenta de que estaba su padre en espera de los niños. Le vio y sonrió. Ella se acercó y le presentó a Verónica, la mujer sonrió y le estrechó la mano ambos comenzaron una fluida conversación con respecto a ser abuelos de gente más irresponsable que sus propios hijos.
Alonso salió de la habitación y se encontró con Julianne y una amplia sonrisa.
—Señora Burwish.
—No hasta que me case por la iglesia.
—Sí, te gusta complicarte. —Dijo Alonso y le abrazó. —Eres hija de tu mamá
Los dos rieron y Julianne le dio una bolsa con una empanada horneada de tocino y pollo. Le dio una sonrisa y señaló a su madrastra y al curioso papá de su novia. Alonso le dio la empanada y se acercó