–Tengo que irme – le digo a August mientras pongo mi mano para separar su cuerpo del mío.
El hombre es insistente, y mas fuerte que yo, asi que me aprieta de la cintura y me obliga a seguir pegada a él, esto no me huele nada bien, solo espero que no vaya a ponerse pesado porque me va a tocar mostrarle los ganchos que aprendí en el curso de defensa personal en el gimnasio.
–August, enserio, creo que es momento de irme – vuelvo a intentar alejarme, agarrando algo de sentido común y coherencia.
–¿Por qué, Morgan? La estamos pasando demasiado bien.
–Si, la estamos pasando bien, de eso no tengo ninguna duda – miro a su entrepierna en donde se resalta un bulto, uno bastante grande, cabe aclarar – pero ya debo irme, estoy muy ebria, mi cerebro no coordina a la perfección y debo marcharme antes de hacer alguna estupidez.
–¿Y qué impor