CAPÍTULO 147: ALGO MALO ME OCURRE
Hazel
El inesperado regreso de David no es solo una coincidencia. Es una señal. Es momento de recuperar lo que nos pertenece. Erik tiene razón.
La mañana llega más rápido de lo que esperaba. Abro los ojos y, de inmediato, noto la ausencia de calor a mi lado. Paso la mano por la sábana fría, la tela sin rastro del cuerpo de Erik. Se levantó hace horas.
Suspiro y me obligo a ponerme de pie. No hay tiempo para preguntas innecesarias. Nos espera una guerra.
Me visto con rapidez y me aseguro de que Harik esté listo para partir. El pequeño lobo se mueve inquieto a mi alrededor, como si sintiera la tensión en el aire. Cuando salgo de la fábrica, los encuentro a ambos. Erik y David están de pie, conversando en susurros, pero en cuanto perciben mi presencia, se callan de inmediato.
Frunzo el ceño mientras me acerco.
—Erik —digo, deteniéndome frente a él—, te levantaste antes que yo.
—No podía dormir —responde en voz baja—. Necesitaba pensar en el plan para ent