-Y golpeó a su compañero- terminó de contarnos la maestra de Hummer frente a nosotros.
-Hablaremos con él en casa, muchas gracias por avisarnos- dijo Gia a mi lado.
-Gracias a ustedes por venir señores -soltó la maestra.
Caminamos por el pasillo y fuimos hasta la silla donde se encontraba Robin sentado con su mirada en el suelo, su cabello negro con pequeños mechones castaños caía en su frente, levantó su mirada y esos ojos azules vieron los míos.
-¿Que tienes que decir al respeto Robin?- preguntó Gia recogiendo su maleta del suelo.
-El empezó y papá siempre me ha dicho que yo tengo que acabarlo- soltó y sonreí.
-Te parece gracioso Hummer, vez lo que le ens