Habían pasado dos meses desde que engañamos a medio mundo y todavía no dejaba de agradecerle a Austin porque sin él, quizás ahora mismo estuviera pudriéndome en el infierno.
Algo bueno salió de esa noche y fue que embaracé a Gia.
En estos dos meses ella me habló sobre su pasado, su triste y doloroso pasado. Desde la muerte de sus padres, hasta que llegó esa mujer que la adoptó y luego murió para dejarle una fortuna con la cual su ex novio la chantajeó convirtiéndola en una adicta a la heroína y todo tipo de sustancias.
Supongo que la Agencia de Rusia dieron con ella y le lavaron el cerebro solo por ser una chica que no tenía nada que perder y también por encontrarla en un callej&oacut