Tres días antes…
Tenía muchas cosas en mente en cuanto Hummer me besaba con esa ternura que lo caracterizaba. Cada parte de mí se sentía amada y podía sentir como mi pecho empezaba a apretarse poco a poco de tan solo recordar lo que le había pedido a Hummer.
Matarme.
Pero el decidió que si lo hacía él también iba a terminar con su vida ya que no podía ver el mundo de otra manera si no era junto a mí y eso me gustaba demasiado.
Era como si estuviéramos en alguna historia de Romeo y Julieta.
Hummer levantó el cuchillo y pude sentir sus lágrimas caer en mi pecho, abrió sus ojos y miró a los míos antes de encajar el cuchillo a un lado de mi r