Narra Dante
Últimamente Jean Carlo me ha invitado mucho, pero siempre me pide que lleve a mi “esposa” y la verdad comienza a molestarme su petición, pero, sobre todo, la de esa mujer, una con la cual no volveré a estar en la intimidad, no niego que es bella, es sólo que me repugna por el sólo hecho de haberle quitado la vida a la mujer que más he amado. Quizás y sólo quizás la habría visto de otra manera de no haber hecho tal cosa, sin embargo… bueno no quiero repetir ese hecho, además, ella estaría pagando su condena de otra manera de no ser por el trato que tengo con su padre. Un trato que es sólo una fachada, lo que quiero es su empresa que vale millones y es algo que él no debe de tener idea.
Aunque desde hace meses no sé absolutamente nada y eso me está preocupando y Casandra no tiene ni idea.
—¿Todo bien, jefe? —La voz de Karen hace que vuelva a la realidad.
—¿Qué necesitas? —Digo sin prestar atención a su pregunta.
—Tiene una junta dentro de una hora y su comida con el sr. Jean