Gail.

-Te dejo la manada, Ti. - Dije viendo cómo el lobo Louis se debatía entre los guardias mayores para liberarse. - Iré a la manada de ese lobo.

Ti asintió.

-Bastante sospechoso, es cierto. ¿Regresarás para el entrenamiento de la pequeña Luna?

-Eso espero.

Seguí a los guardias, quienes estaban a punto de golpear al lobo.

-Yo me haré cargo. Pueden volver al patrullaje.

-Alfa. - Dijeron con una inclinación de cabeza.

Me dieron un resumen de sus instrucciones y yo les dije que le daría el mensaje al Alfa correspondiente.

Sonreí, por supuesto que exigía una compensación. Era una loba muy astuta.

-¿Los cachorros están bien?

-No, este lobo los ha lastimado de gravedad. - Dijo uno de ellos, pero sus ojos divertidos me confirmaron que estaban bien.

-Entiendo.

Soltaron las piernas del lobo sin mucha delicadeza y se fueron.

Yo miré al lobo.

-Me las pagará esa perra y todos sus cachorros. Jodida manada de idiotas... Uno pensaría que con su Alfa muerto ella no sería tan quisquillosa
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