Capítulo 245.
Si a las Lunas no les gustaba la competencia, a los Alfas tampoco. Un lobo que había intentado dormir con la hija del Alfa solo podría aspirar a querer ser Alfa del territorio.
Lo exiliarían más rápido
Bianca continuó.
-Me enteré solo porque tengo una buena relación con mi nueva Luna, así que ofrecí reunirme con Lina para asegurarle que mi boca estaba sellada. Y, bueno, ese encuentro no fue como lo esperaba: Lina ya había perdido la cabeza. Dijo que mi palabra no le bastaba, así que tomé una decisión y pensé en distraerla utilizando su nombre.- Dijo con un suspiro. - Ella siempre se distraía si lo hacía. Y yo... bueno, no sabía si usted estaba escondiendo el que estuviera viva después de lo que pasó en esta manada. No pensé profundamente en las consecuencias.
Esperé a que terminara antes de hablar.
-Gracias por contarme. Acepto tu disculpa.
Le di parte de mis duraznos porque era una ofrenda de paz y devoré los que me quedaban.
Ella se vió visiblemente aliviada. Le sonreí.
-¿