Menos mal que había tomado asiento. Gail habló sin que lo interrumpiera durante un largo tiempo. Para cuando acabó, no sabía cómo sentirme al respecto. -Eso es todo lo que sé. - Dijo sin apartar sus ojos de los míos. - Con la petición formal del duelo y, lo que supongo será la petición formal de justicia, me temo que no podemos seguir ignorando a nuestra ex manada y a su nueva Luna más tiempo. -Gracias. Eso fue todo lo que pude decir después de que contara una historia que me costaba creer. Gail suavizó su expresión. -Lamento que no tuvieras oportunidad de decidir cuándo afrontaríamos nuestro pasado. -Está bien. -Dije ausentemente. - Ve a conseguir algo de comida; si no mal recuerdo, el camino es largo. Asintió y se fue. Liam y yo nos quedamos en silencio por unos minutos. Él me dió espacio mientras lo asimilaba. Sus ojos nunca se despegaron de los míos aunque yo si apartaba constantemente la vista. -¿Desde cuándo lo sabes? - Pregunté finalmente. -Desde un p
-No nos han invitado a la fiesta. -Murmuró Gail transformándose. Liam nos dejó en la entrada de la manada y corrió para adelantar al grupo de guardias que se alejaban. Dominic nos dijo que se movían por grupos, por lo que era probable que el Alfa Felix estuviera ya un par de kilómetros por delante. Él los traería a todos de vuelta para el duelo, así que nosotros estábamos encargados de hacer que el resto de la manada se reuniera. Lo primero que hicimos fue comprobar el Lugar seguro. No había un alma... así como no encontramos a nadie por ninguna parte -Supongo que no.- Dije con un suspiro. - Al menos llegamos a tiempo para evitar sus estupideces. Tú padre es un idiota... sin ofender. A mi lado Dominic gruñó. -No es ofensa, es la verdad. Se suponía que varios de los guardias leales a mí detendrían a mi padre todo lo que pudieran en caso de que se le ocurriera hacer esto. -Esperaron cinco días para hacer un ataque, quizá si lo entretuvieron. - Dije abriendo la siguiente pu
-No sabía que te divertía el hecho de que te tuvieran miedo. - Susurré. "Me divierten sus reacciones al tenerme miedo". Dijo Liam por el vínculo. En cuanto llegó a la manada con el Alfa Felix con la cola entre las patas, le dijimos que el resto de la manada se había esfumado. No tuvimos que darle más explicaciones, simplemente tomó del cuello al tipo y le dijo que nos guiara a donde estaban. Así que ahora nos dirigíamos hacia mi antigua manada. Nunca antes había visto al Alfa Felix, dí que no sabía si estaba arrastrando los pies o si realmente caminaba a paso tortuga para llevarnos hasta el lugar. Mientras tanto noté que los guardias de la manada evitaban hacer contacto visual con mi pareja. Era divertido cuando bajaban la guardia y, sin querer, se topaban con que mi pareja los observaba de cerca. Nadie más podría saber que Liam se reía internamente porque su cara era muy seria, pero el vínculo me mostraba lo contrario. El camino no era muy largo; en un buen día se ll
¿Estaría superado mi trauma? Quizá solo me había vuelto insensible después de conocer la verdad de ese día... aunque no quería creerla. -Ya estamos aquí, ¿Ahora qué? - Dijo la Luna con desconfianza detrás de mí. Yo me encogí de hombros. -Pueden quedarse en donde están o hacer un círculo al rededor. Parados, sentados, en sus formas humanas o de lobo... no lo sé, eso ya es decisión de ustedes. Desconozco sus protocolos para presenciar un duelo. Ella frunció el ceño. -¿Duelo? Esta no es nuestra manada, ¿Por qué debemos estar presentes en un duelo de ellos? -Porque es un duelo entre su pareja y su hijo. - Dije con voz plana. Las exclamaciones sorprendidas inundaron el lugar. Mientras ellos asimilaban mi declaración, yo caminé hacia el centro del claro. Ya no habían flores, solo maleza y pasto creciendo descuidadamente. -Espero que hayan encontrado el camino hacia Nuestra Gran Madre. - Murmuré al cielo. - Lamento haberme tardado tanto en venir. Elevé un par de or
Miré a mi pareja ignorando los murmullos confundidos una vez más de nuestro público. -La Luna se encuentra en la Casa de la Manada. - Dijo Liam. -Gracias. Reune a la manada. - Dije regresándole sus palabras para el duelo. -Todo lo que mi Luna quiera. Miré entonces a Gail. Él se encontraba recargado en uno de los árboles cercanos; parecía tan insensible a todo el asunto como yo. Articuló un "¿Necesitas refuerzos?" y yo negué con la cabeza. Me alejé caminando sin prisa con la mente en blanco. Al llegar nuevamente a la zona residencial, otros lobos curiosos ya se encontraban rondando el perímetro. Rostros conocidos me saludaron, bendicieron, preguntaron por mi salud y elevaron una oración de agradecimiento a Nuestra Gran Madre porque estaba viva. Les di ligeras respuestas y sonrisas en mi camino. Entonces finalmente llegué a la Casa de la manada. Estiré la mano y toqué con la palma la puerta de madera. Esa puerta parecía ser lo unico que se interponía entre mi pasad
-¿Cómo has estado? - Preguntó en voz baja como si no estuviera pasando nada. -Estás más demacrada y delgada. ¿Comes bien? Pareces sacada de un basurero. -Y tú no pareces sorprendida de verme. -Respondí ignorando sus palabras. No me importaban sus comentarios mordaces. Cuando comenzó a hacerlos allá por su adolescencia yo los atribuí a su edad por lo que solo le daba una sonrisa, le revolvía el cabello y la regañaba suavemente para que no volviera a decir cosas así. Supongo que el amor cegaba mi realidad. -Lo estoy solo un poco. - Dijo a la defensiva. - Mi amiga Bianca me contó que te vió en su nueva manada la última vez que estuvo aquí para terminar de recoger sus cosas. Estuve muy feliz de que siguieras con vida, no pensé que regresarías, -Perdió el tono suave y continuó. - ¿Cómo escapaste? ¿Por qué estás aquí? Dudo que Jeremías te tome de vuelta. Además, no me dejará. Le di un vistazo rápido para captar el brillo calculador en sus ojos. ¿Pensaba que había vuelto para qu
Llegamos por fin al claro del bosque. Por protocolo, en vista de que era el nuevo Alfa quien acusaba a una Luna, ambas manadas tenían que permanecer en el lugar hasta que se dictara el castigo y se hiciera justicia. Los miembros de mi ex manada parecían... expectantes. Miré al rededor; el cuerpo del Alfa Felix seguía en el mismo sitio en el que cayó y su Luna no dejaba de llorar su duelo.No vi a nadie más que estuviera triste por su muerte.Lina se apresuró a ir al centro moviendo exageradamente las caderas. A su paso, mi ex manada hacía muecas veladas.Eso decía mucho de lo que pensaban de ella.Sacudí la cabeza y me adelanté con un ligero trote para colocarme un poco más atrás de mi pareja.Liam permanecía de pie con los brazos cruzados mostrando todos esos bonitos músculos. Era bueno que tuviera esas cicatrices en el rostro junto a su expresión de "no estoy aquí para aguantar ninguna mierda", no quería golpear a todas las lobas del lugar.Ya tenía suficiente con ver a mi herma
Había dado algunos saludos bajos a los miembros de mi ex manada que me miraban con alivio. Suponía que estaban felices de que estuviera vivo todavía. Era curioso ver con mis propios ojos que lo que decía Abi sobre ellos era verdad. -Deberías de interactuar más con la manada. - Había dicho una noche en nuestra cama al terminar una fiesta. Justo unos días después de nuestro emparejamiento. - Te aprecian, no sé por qué no quieres tener un vínculo con nadie además de nosotras. Me encogí de hombros. -No sé si me aprecian ya que no he hecho nada para merecerlo. ¿Importa realmente? -¿De qué tonterías estás hablando? - Preguntó con incredulidad recargándose en mi pecho. - Eres uno de los guardias, por supuesto que te aprecian. ¿Sabes lo difícil que es convertirse en uno para cualquier civil? Todos ellos agradecen que tu dedicación al trabajo haga que ellos puedan dormir tranquilos en sus camas y que sus cachorros se encuentren seguros. -Lo que sea. - Murmuré. Después de la muerte de mi