Ni siquiera recuerdo cómo fue que llegué a la cama.

Al día siguiente los cachorros me despertaron brincando sobre mi cama.

Casi muero del susto.

-¡Despierta!

Abrí los ojos y pregunté qué es lo que era todo ese alboroto.

-Alfa Raptor ha organizado una fiesta y nos pidió que viniéramos por ti.

-¿Qué?

Salí de la cama y corrí detrás de los entusiamados chicos. Me llevaron justo detrás de la Casa de la manada, en el unico claro grande que no tenía ningún uso en específico.

Ahí ya se encontraba reunida toda la manada. Raptor me dió una sonrisa antes de hablar.

-Es el cumpleaños del anterior Alfa. ¿Qué mejor manera de honrarlo que contar historias sobre el por qué nos sentimos agradecidos con él?

Me sentí cada vez más entumecida cuando uno por uno habló sobre lo grandioso que era papá.

Cuando fue mi turno, con un nudo en la garganta, hablé.

-Estoy agradecida por el simple hecho de ser su hija.

Entonces Raptor anunció el comienzo oficial de la fiesta.

Todos reí