Capítulo 12.
Abrí los ojos en la oscuridad total.
A mi lado, escuché unos quedos sollozos. Los reconocería en cualquier lugar.
Estiré la mano y toqué la espalda de Gail, luego hice algunos movimientos circulares.
-Lamento haberte despertado. - Dijo controlando su respiración. - Sé que hace un montón de frío allá afuera pero, ¿Podrías darme unos minutos a solas?
-Seguro. Búscame cuando estés listo. - Murmuré y me moví tomando una de las pieles para ponérmela encima.
Ya hablaríamos luego sobre cómo llegué aquí y quién m****a me había vestido.
Salí de nuestra tienda y vagué por el campamento hasta encontrar un viejo tronco caído. ¿Cómo había llegado eso hasta aquí? Ni idea. Me senté en él y miré hacia la luna para matar el tiempo.
Mucho antes de llegar a la manada, Gail me pedía tiempo para llorar su pena en soledad. No era algo fácil lidiar con todo el tema de un vínculo roto por muerte y, en su caso, sabiendo que él había estado enamorado de Abi prácticamente desde que comenzaron a caminar... si, p