Narra Chloe Wheeler/Sasha Smirnova
—Vaya, vaya… nos topamos de nuevo por lo visto —dijo Tanya entre dientes y se tomó el derecho de sentarse junto a Max, la muy zorra.
Nate hizo lo mismo, se sentó, pero justo a mi lado, no podría describir lo asqueada que me sentía al oler su aroma, esa esencia tan conocida y tan repugnante a la vez.
—¿Qué están haciendo aquí, hermano? Pensé que detestabas esta cafetería —inquirió un tenso Max, porque era evidente que sus vibras eran tan pesadas e indeseables.
Nate rió, conteniendo su ironía con su vista hacia abajo, lo conocía demasiado bien para notar su leve incomodidad.
—Estábamos saliendo de la empresa y Tanya los identificó con ese ojo tan potente que ella tiene —dijo entre risas y dedicándose una mirada intensa con ella—. Yo me pregunté, ¿por qué no pasar a saludar un poco a mi hermano y a su hermosa novia?
Antes de que Max pudiera responder, Tanya intervino.
—¿Qué les parece una salida en grupo? Para conocernos mejor, aquella noche apenas pudi