Narra Chloe Wheeler
El aire me faltaba, sentía como su mirada atravesaba mi ser por completo, hasta querer llegar a mis más profundos secretos y miedos. Me estaba implorando con esos ojos intensos que lo dejara entrar, que le entregara en esas palabras mi historia, mis cicatrices, esas que aun me quemaban por dentro.
Yo tragué saliva, contuve la respiración por un par de segundos mientras que mis dedos temblorosos se lograron anclar en la tela de su camiseta blanca.
—Max… tengo miedo —tuve que admitir con la voz en un hilo.
Él se inclinó un poco hacia mí, lo suficiente para que su cercanía derritiera toda esa inseguridad, ese miedo a abrirme hacia lo inevitable.
—Yo también lo estoy sintiendo, Chloe, pero no me dejes fuera de esto por más tiempo. No me hagas suponer más, necesito la verdad de tu boca.
Aquellas palabras sumadas al calor que me irradiaba, hicieron que mis lágrimas indiscretas se desbordaran de mis ojos y recorrieran mis mejillas. En ese instante me sentí más segura que