Un beso inesperado.
POV Elara
—¿Una cacería?
—Así es —responde Mirenia—. Valentín acaba de informar que el príncipe Leonard dio la orden.
No entendía como el príncipe Amarán podría ir a una cacería cuando no estaba bien.
—No entiendo por qué el príncipe Leonard hace esto, ¿Qué es lo que intenta?
Era notoria su molestia por darle alojo al príncipe Amarán, pero pedirle que vaya de cacería es demasiado de su parte. ¿Dónde está su empatía?
Esto parecía realmente importante y la verdad, nunca he comprendido el entusiasmo que despiertan las cacerías en los hombres de la corte. Hablan de ellas como si se tratara de un ritual sagrado, una prueba de honor y destreza… cuando, en realidad, no es más que otra forma de medir egos y disfrazar vanidades bajo el sol.
La noticia llegó temprano esa mañana. Yo estaba en el salón de costura con Lady Mirenia y algunas damas más cuando se interrumpió mi clase.
Las damas se miraron entre sí, y no faltó quien suspirara encantada. Para ellas, la idea de una cacería no implicaba