Un aprovechado, parte 2.
POV Leonard
Pasaron dos días, solo dos días, pero la inquietud sigue instalada en mi pecho como una piedra imposible de mover. El sol brilla, los pasillos del castillo están llenos de vida por la noticia de la mejoría del rey, y aun así no puedo sacudirme la sensación de que algo se está gestando en las sombras. Algo pequeño, casi invisible, pero peligroso.
Aldric. El padre de Elara. Ese hombre no debería significar nada para mí. Nada.
Y sin embargo aquí estoy, dándole vueltas como si fuera una amenaza real, como si su presencia pudiera derrumbar lo que he construido con tanto esfuerzo.
Porque puede hacerlo, porque lo hará, si se lo permito.
Cuando bajo al patio interior del castillo, escucho a varios soldados conversando con una mezcla de alivio y entusiasmo.
—Dicen que el rey habló esta mañana —comenta uno.
—Y que pidió pan con miel —responde otro—. ¡Pan con miel! ¿Puedes creerlo?
—Eso significa que se siente mejor, ¿no?
Me detengo un segundo. Sí, significa exactamente eso. Y deberí