La nueva orden del rey.
POV Elara
No sé en qué momento el día comenzó a sentirse… distante. No triste, no pesado. Solo distante, como si yo caminara unos pasos detrás de mí misma. Desde aquella mañana luminosa, desde cada mirada suya, desde ese hilo invisible que parecía tensarse entre nosotros, había una parte de mí que quería acercarse más y otra que quería huir antes de quemarse.
Y esa segunda parte… empezó a ganar terreno. Algo en mí se retraía, como si hubiese despertado frente a un precipicio cuyo fondo no alcanzaba a ver. La emoción de la mañana se había vuelto un susurro, casi una sombra que se escondía detrás de una sensación mucho más grande, no pertenezco aquí. No, no de verdad.
Pasé gran parte de la tarde intentando disimularlo. Caminé por los pasillos con la compostura que me había enseñado Mirenia, respondí a los saludos de los sirvientes con una sonrisa amable y practiqué mentalmente la postura correcta para recibir a nobles que aún no conocía.
Pero dentro de mí, todo era un nudo. Un nudo que