Mundo ficciónIniciar sesiónPOV Elara
No sé si fue el sol entrando por la ventana, o el recuerdo aún tibio de Leonard respirando junto a mí… pero todo el día despertó distinto. Yo desperté distinta, mi cuerpo, mi mente, incluso la forma en la que pisé el suelo frío… nada era igual.
Es como si una parte de mí que siempre estuvo dormida hubiese abierto los ojos por primera vez. Llevaba todo el cuerpo sensible, como si aún recordara sus manos, su cercanía, el peso de su respiración en mi cuello. Y cada vez que intentaba apartar esos pensamientos, mi mente, traicionera, me los devolvía con más intensidad.
No sabía cómo mirarlo, cómo hablarle. No sabía cómo caminar sin sentir que todo en mí estaba un poco… encendido.
Y para colmo, él no me dio tiempo para esconder nada. Leonard me buscó desde temprano.







