— Wow, vaya que Bri se lo tenía bien guardado — Dánae sonrió — voy a ir a saludarlo.
Dánae fue donde se encontraba Ahmed y nosotros no pudimos quedarnos quietos así que fuimos detrás de ella.
— Señor suegro, no se asombre de los ladrones, porque usted tiene un hijo que roba corazones — Dánae miró al papá de Ahmed y luego regresó sus ojos al otro hombre — si fueras una lágrima nunca lloraría para no perderte.
— ¿Quién es ella? — preguntó un sonrojado Ahmed — es la primera vez que la veo.
— Ella es una buena amiga mía — dijo Bri sonriendo — se llama Dánae.
— ¿Quieres bailar? No puedo ofrecerte algo más en agradecimiento a los piropos que me has dado así que disculpa.
— Será un placer — ella sonrió contenta — quizás podamos conversar un poco más una vez que terminemos de bailar, obviamente como dos adultos y dejando a un lado mi modo payaso.
Ahmed asintió y se fue con Dánae, las manos de Adriel me abrazaron desde atrás entonces yo las acaricie con ternura.
— ¿Quieres bailar mi bella espo