En la casa reinaba todo el ruido que podría tener una propiedad con tres niños. La hermosa familia conformada por cinco personas estaba reunida en la piscina mientras los pequeños nadaban.
— Cariño — Adriel fue a ver a Lucía — hay alguien afuera que desea ver a tu tía.
— ¿Quién es? — ella lo miró con duda — que yo sepa pues la chaparrita no esperaba a nadie de visita.
Lucía se salió de la piscina mientras cargaba a su último hijo, el pequeño Ian ya estaba grande e incluso comenzaba a gatear. Fue a las afueras de la casa en donde supuestamente estaba la visita de su tía y ahí miró a Carlos acompañado de una mujer que sostenía un bebé.
— Carlos — ella lo ḿiró sorprendida — ¿Qué haces aquí? Pensé que nunca ibas a venir de visita.
Lucía
Adriel se puso detrás de mí y colocó sus manos en mis hombros, le entregué a nuestro hijo entonces fui a abrir la puerta de mi casa para hacer que los tres pasarán a la casa.
— La chaparrita va a estar contenta de verte, pero no se queden ahí y pasen