Días después.
Manizales- Colombia.
Carlos Gabriel salió del aeropuerto a toda prisa, miró su reloj con impaciencia y abordó un taxi, debía llegar a la junta directiva en el consorcio, y sabía bien que a su padre no le agradaban los retrasos.
A pesar de que le pidió al conductor ir a prisa, llegó diez minutos tarde, al ingresar a la sala de juntas, saludó con su familia, y también lo hizo con Alex, se sorprendió de verlo ahí.
Luego de dos horas, y cuando todos abandonaron el salón excepto su padre. Carlos Gabriel se dirigió a él.
—Papá tengo que hablar con ustedes de algo importante —expresó aclarándose la voz.
Carlos lo miró con atención, elevó una de sus cejas.
—¿Te vas a casar con Melissa? —cuestionó con curiosidad.
Gabo rascó su nuca.
—Ya no soy novio de ella —informó—, esta noche en casa les contaré con detalle.
Carlos arrugó el ceño.
—Vamos a casa, me voy para allá en este momento —indicó.
Gabo inhaló profundo y salió del consorcio junto a su padre.
Carlo