Levy miró a Meg como si fuera una desconocida, como si ya no supiera quien era, y porqué acababa de darle un bofetón.
- Meg, lo siento, siento no haber creído en tu palabra, pero si me das unos minutos más, necesito que mi padre se explique.
Meg guradó silencio, y aunque trataba de mantener la misma pose orgullosa, Levy detectó el pequeño cambio en su comportamiento, y notó que se sentía avergonzada por su arrebato de ira.
- Padre, explica las palabras que acabas de decir, por favor.
- Mira, Levy, cuando ocurrió el incidente tú estabas en la universidad, estudiando, y tu madre y yo teníamos claro que tenías un brillante futuro por delante. Lo único que yo no quería es que vieras tu vida estropeada por un incidente sin importancia.
- El “incidente”.- intervino Meg.- se llama Ben, y es un niño adorable que hace reí